Dandenong Ranges es la clásica área que los turistas en ruta por Australia de 3-4 semanas no tienen ocasión de visitar. Se trata de una zona boscosa de colinas que permite ver Melbourne desde la lejanía, caminar por zonas verdes, visitar parques y fincas y por supuesto, el clásico entre los clásicos hacerse una buena barbie, nada de snacks o bocadillos de tortilla, sino chuletón y choriso como Dios manda sin apartarse más allá de 250 metros de carreteras en buenas condiciones.
Normalmente entramos por Fern Gully. Se trata de una zona de picnic con bastante zonas de aparcamiento que suele llenarse como lo hace el aparcamiento de Navacerrada en Madrid. El ambiente es relajado y mucha gente va por los famosos 1000 escalones de Kokoda. Un paseo muy bien acondicionado si no llueve, pero con fuertes pendientes que hace la subida un poco penosa, aunque he visto aussies que se lo suben corriendo.
El caso es que el paseo conmemora la batalla de Kokoda en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, donde para variar a las tropas ANZAC les dieron para el pelo y como en casi todos los enfrentamientos militares pasando por Gallipoli o Singapur por ejemplo, sufrieron muchas bajas y les usaron como carne de cañón. Y es que en muchos casos suplieron con valentía y bravura la falta de experiencia y cualificación en un país que ha hecho suyos los conflictos de la metrópoli y su monarquía. En la cima de la colina hay una zona recreativa accesible en coche, así que los menos aventureros no necesitan hacer el trayecto a pie.
Si lo que buscas son buenas vistas, entonces el destino es Mount Dandenong, un poco más alejado y de pago, porque la penetración del hombre en este parque natural es muy abundante y hay casas continuamente a ambos lados de las calzadas. Si no pagas no se llega a ver nada, pero una vez abonada la entrada desde el coche se puede acceder a la cima, aparcar cómodamente y pasar al mirador para contemplar el paisaje 30 kms a la redonda. Las instalaciones cuentan con un pequeño café-restaurante, así como algunas tallas aborígenes en madera que hacen agradable un paseo de 30 minutos por los alrededores.
Cerca de allí se puede encontrar el William Rickett Sanctuary antigua residencia del escultor australiano del mismo nombre. Se trata de la loma de un monte acondicionada para albergar las esculturas integradas entre las rocas de la zona de figuras aborígines con muchas influencias art-decó. El jardín cierra a las 4:30 pm y ofrece un vídeo que cuenta la historia de este hermitaño obsesionado por conocer las particularidades de la cultura originaría del país.
En las cercanías hay otros jardines o fincas privadas reacondicionadas. Entre las más relevantes se encuentran Alfred Nicholas Memorial Gardens famoso por su lago, y que supone una bajada considerable para encontrar un pequeño estanque no muy bien mantenido. Otro jardín más pequeño para dar un paseo es George Tindale Memorial Gardens antigua propiedad de un famoso horticultor.
Y si lo que se quiere en comer algo y ver como son los pueblos de la zona, quizás el mejor sitio para hacer una parada es Olinda. Allí se puede parar a comprar en Divine Gift o Gepetto Workshop con juguetes alemanes, o tomar un café con cheesecake en Inmerse por ejemplo. Hay más puntos de interés como el Arboretum o el jardín de rododendros, pero todavía no hemos tenido ocasión de visitarlos, sin olvidar el paseo en tren de vapor (Puffy Bill) para los que quieran hacer el tour 100 % turístico.
Para terminar un último aviso, aunque parece que todo está muy cerca y a una hora de Melbourne en coche, es imposible visitar todos estos puntos en un solo día, así que intentad ser selectivos y hacer un poco trabajo previo antes de lanzarse a la aventura.
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