Federation Square Atrium

lunes, 26 de agosto de 2013

Viaje de vuelta

Pues después de 10 días en España, ya estamos de vuelta por Melbourne. Y esta es la historia del viaje...

En primer lugar deciros que hemos hecho el viaje con China Southern Airlines que tiene código compartido con Air France y KLM. Es el viaje más barato que encontramos, por lo que hicimos 2 escalas. Cantón y París a la ida y Amsterdam y Cantón a la vuelta.

Cosas positivas. El vuelo sale de Melbourne a las 5 de la mañana de un sábado por lo que aprovechas al máximo y llega a primera hora de la mañana del domingo lo que te ayuda a adaptarte a la ida. La vuelta es otra cosa, en las 2 ocasiones aún llegando en fin de semana y por la mañana, no consigo ir pronto a dormir y me despierto muy pronto por la mañana. El ajuste dura unos 4 ó 5 días.

Más cosas positivas, el catering del vuelo a Cantón es bastante bueno (yo diría que mejor que el francés o el holandés) de la vuelta, y aunque el avión es antiguo (no tiene sistema de entretenimiento personalizado) el espacio es suficiente (sobre todo si tienes a tu hija pequeña a tu lado).

De lo negativo, que sólo puedes llevar 23 Kgs. de equipaje y que el carrito del niño te lo facturan sin opción de rechistar. El equipaje de mano es de un solo bulto, pero vi a nadie con problemas. A la vuelta, la cosa cambia, Air France te obliga a meter el equipaje de mano en el ¨medidor¨y si no te aplica recargo, a cambio en lugar de 10 Kg. te deja 2 Kgs extra hasta 12 entre todos los bultos que subas tu mismo al avión.

Otra cosa negativa es que si haces la reserva con Kayak.com y no hay manera de hacer un seguro de viaje porque Vayama que es la agencia de viajes asociada opera en USA y nosotros estabamos en Australia.

Además intentar hacer el check-in online en la web de China Southern es otra tarea imposible con el localizador que nos dieron, así que tuvimos que esperar al aeropuerto donde como teníamos 2 localizadores (yo he vuelto antes) no nos dieron opción de unificar los asientos en ninguno de los trayectos. En teoría no tienen visibilidad de los otros vuelos más allá de Cantón. Tampoco funcionó intentar cambiarlo en la zona de información de Cantón (así que recurrimos a lo de siempre, preguntar por favor a la persona de al lado si le importaba cambiarse). Eso sí, en París si tuvieron a bien acercarnos los asientos, por el vuelo iba lleno y no había manera de ponernos a los 3 juntos.

Por último, en el aeropuerto se puede conseguir un visado gratuito de 72 horas para visitar la ciudad en tránsito (una opción interesante porque los visado para entrar en China son un dolor y te cuestan más de 100 euros). Lo que no tengo tan claro es que se pueda cruzar la frontera a Hong Kong o Macao o volver sin problemas.

El aeropuerto de Baiyun es moderno, pero la humedad se nota en todas partes. Las tiendas no son muchas y son clásicas, salvo alguna de ropa, comida local para llevar y poco más. Con un cambio de 8 a 1, el remimbi está muy fuerte o los precios del aeropuerto son occidentales. A destacar los carritos que incluyen cargador de USB (útil para reponer baterías de tabletas y móviles) y un sistema que te avisa del tiempo que falta para embarcar. El idioma no es gran problema, pero tampoco hay donde perderse. Hay que pasar el control de pasaportes y aduanas, pero no vi a nadie que tuviera que coger el equipaje si eliges la opción de Tránsito dentro del aeropuerto.

El vuelo a Paris no está mal, pero llama la atención que nos fumigaran dentro del avión antes de despegar. Y por último aprovechar los múltiples periódicos gratuitos del Charles De Gaulle para hacer el último trayecto despierto y poniéndose al dia de lo que pasa en Europa. Una última cosa, NO está permitido llevar líquidos en el equipaje de cabina cuando vienes de fuera de Europa y USA, haces escala en París con destino a Europa. Se supone que es por temas de seguridad, y es cuando vuelas desde Grecia seguro que hay muchos más controles y está todo más controlado. Y que la seguridad aeroportuaria es cuando menos discutible.

El caso es que tuvimos que tirar el vino de arroz, que habíamos comprado en el Duty Free de China, en el lavabo para poder mantener la botella de cerámica. La alternativa es volver a coger el shuttle y facturar el equipaje de mano, o tener que volver a pasar el control de pasaporte como tuvimos que hacer. Y lo más divertido es que el control de metales que no sono la primera primera vez, sonó la segunda ocasión y tuve que ser cacheado. En fin, una experiencia agradable que Air France en ningún momento comunicó al pasaje.

De la vuelta indicar que Air France te obliga a pasar por el check in automático, y por supuesto cuando se puso a emitir los 3 billetes no fue capaz de sacar el operado por China Southern. A cambio puedes elegir el asiento en cualquier momento, pero seatguru.com no acertó con el modelo así que no corrí el riesgo de cambiar a peor.

El aeropuerto de Schipol tiene una zona infantil junto a la sección del museo Riijks en una terminal adyacente al vuelo de donde salimos, lo que permite descansar de los peques y cargar de nuevo los dispositivos electrónicos en los cómodos butacones con tomas europeas y USBs. Y si estás realmente cansado siempre puedes subir una platanta y descansar en las hamacas reclinables con vistas de la pista de aterrizaje que hay junto a los lounges de las aerolíneas.

El vuelo de vuelta se hace eterno, sobre todo si vuelves solo como  yo. Y recomiendo coger el www.skybus.com.au que por 17 dólares te deja en Southern Cross. Luego puedes solicitar que te acerque de la estación de autobuses a tu hotel y desde allí hacer el salto final con un taxi, o si te sobre el dinero pagar hasta 80 dólares desde Toorak como hicimos nosotros a la ida para que nos recogiera a una hora determinada.

Ahhh!!! Se supone que no se puede pasar más de 900 dólares en compras y/o regalos en el extranjero cuando entras en Australia. Si no, hay que declararlo, pero sobre cómo ahorrarse el IVA si eres no residente en la Unión Europea en el próximo artículo.