Los seguros de automóvil en Australia funcionan en base una tarifa base y una serie de añadidos: protección contra rotura de cristales, perdida de status en la base de datos de conductores si se da un parte sin tercero, etc. No he encontrado el concepto de todo riesgo, sino que todos los seguros funcionan con una franquicia que puede ser el 80% de la cuota anual, aunque se puede aumentar el pago que hay que hacer por cada parte en caso de querer reducir la prima anual.
La base de datos es compartida entre todas las aseguradoras, y si tienes licencia de conducción internacional te penalizan, pero parece ser que merece la pena no sacarse el carnet de conducir de Victoria, porque si la policía te pilla con una infracción, te pueden poner multa, pero no quitar puntos, o al menos eso nos ha dicho una compañera de Sidney, aunque las políticas varían de estado a estado (sí, aquí también hay ineficiencias).
Es posible contratar todo online, nosotros lo hemos hecho con AMMI (si vais al enlace veréis a la doble de Aida en la página principal), aunque había otras ofertas económicamente más atractivas en iSelect, que es como un maxi-comparador de servicios para el mercado australiano. A los 2 días, teníamos la documentación en casa, y sorpresa, no hay que devolver nada firmado, ni hay firma electrónica.
Por cierto, hay penalizaciones para conductores menores de 25 años, y para aquellos que hayan cometido atropellos, tengan múltiples partes registrados en el último año, sean hombres y/o conduzcan coches modificados, supongo que se refieren al tunning.
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